Hace algún tiempo, trabajaba en un call center atendiendo extranjeros y notaba lo difícil que me resultaba comprender telefónicamente a quienes hablaban inglés a pesar de tener un buen nivel. Me acerqué a mi profesor de inglés con mi problema y él me dijo: “Si querés mejorar tu comprensión auditiva, tenés que adquirir mayor fluidez y velocidad al hablar”.
Más tarde, a lo largo de mis años de experiencia dictando clases de portugués y español para extranjeros entendí que aquella recomendación era fundamental porque para hablar otro idioma es necesario aprender a pensar en ese idioma, lo que finalmente entrena a nuestro cerebro para que sea más ágil a la hora de comprender lo que otros hablan.
Si vos también estás interesado en mejorar tu capacidad de comprensión y desarrollar tus habilidades de conversación no te pierdas estos tips publicados en el blog mirandohaciajapon.com y que compartimos con vos.
El acento
Al principio, lo mejor es copiar la manera de hablar de los nativos. Para quienes estudian por cuenta propia es simplemente una forma rápida de reproducir los fonemas (sonidos). Pero si más tarde decidís profundizar estudiando con un profesor podrás aprender cuáles son los principios fonéticos que te ayudarán a pronunciar correctamente todo.
Usar expresiones para crear intervalos
Es probable que te resulte simple hacer una autopresentación o decir un grupo de frases previamente armadas. Sin embargo, tarde o temprano tendrás que improvisar sobre temas variados y podría resultarte estresante tener que pensar qué decir, buscar el vocabulario, la gramática y la pronunciación. Sí, ¡todo al mismo tiempo!
Una herramienta que puede ayudarte es tener siempre a mano un grupo de expresiones que vengan a tu rescate cuando necesites más tiempo para armar la frase que sigue. Por ejemplo, en portugués podríamos comenzar diciendo “A respeito disso eu gostaria de dizer….”, “Para começo de conversa…”, “Antes de mais nada…”, “Falando nisso…”. Estas expresiones no son otra cosa que “muletillas” pero que usadas en su justa medida (¡sin abusar!) pueden servirte de gran ayuda.
Perder el miedo a equivocarte
Muchas veces puede pasar que quieras decir una frase, usar cierta expresión o decir algo en especial, pero evitás hacerlo por temor a que no sea correcto, o a que no lo digas bien. Lo mejor es que lo hagas sin miedo, no quedarás en vergüenza. Sacá ventaja de tu posición de interlocutor que habla un idioma extranjero porque ello en muchas personas genera más interés por oír lo que tenés para decir y si te parece que estás diciendo algo mal, preguntá y te ayudarán a mejorarlo. En los idiomas, equivocarse es una excelente forma de aprender, teniendo en cuenta los errores para no volver a cometerlos. Como dice el proverbio: “Errando é que se aprende”.
No limitarse a los nativos
Si bien hablar con nativos con frecuencia hará que logres avanzar en tu nivel de conversación, no dejes de practicar con cualquier otra persona que también esté estudiando el idioma. El sólo hecho de “poner en marcha tu motor” para establecer una conversación te hará progresar en tu entrenamiento y, por otro lado, siempre hay algo para aprender de otra persona que, al igual que vos, está transitando el mismo camino de aprendizaje de una lengua extranjera.
Aprovechar la tecnología
Si no tenés con quien charlar en otro idioma entre tus conocidos, podés buscar gente en distintos sitios web de intercambio de idiomas, o bien en las mismas redes sociales. Puedes invitar a esas personas a charlar mediante Skype o la plataforma que más te guste. Eso sí, ¡no te limites al chat!, animate a charlar por llamada de voz aunque sea un poco y cada vez verás cómo vas avanzando.
Estudiar vocabulario y utilizarlo en las charlas
Memorizar vocabulario no es fácil. Lleva tiempo y para absorberlo hay que tener constancia. Sin embargo, si tomás nota del vocabulario y lo usás en las conversaciones, se te incorporarán esas palabras más fácilmente. Los libros, las revistas, los vídeos y las películas son una rica fuente de nuevos términos y expresiones. Elegir las lecturas y los videos que más se acerquen a tus intereses hará que aprendas vocabulario particularmente útil y atractivo.
Para lograr resultados, es importante que pongas en práctica estos tips con frecuencia. Destinar sólo un día por semana a estudiar un idioma no es suficiente. Es necesario que, inclusive los días en que no te reúnas a hablar o a tomar clases dediques unos minutos a leer, a ver vídeos o simplemente a revisar tus notas.
Es probable que en algún momento no tengas con quién practicar o estés sin acceso a las herramientas digitales. Entonces, recordá que sentarte a refrasear tus pensamientos pero en el idioma que estás estudiando te resultará un ejercicio mental muy provechoso.
Espero que pongas en práctica estos consejos porque con ellos notarás grandes avances no solamente en tu producción oral sino también en tu comprensión auditiva, como sabiamente me indicó mi profesor hace tiempo. Estos avances te motivarán a seguir creciendo en tu aprendizaje.
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